domingo, 17 de enero de 2016

Star Wars Actual Play IV. De la sartén al cazo.

Continuamos con la campaña de "La búsqueda de los perdidos", en su tercera sesión. Esta parte de la aventura es totalmente propia, tomando información de los manuales Lords of Nal Hutta y un encuentro de Soles de Fortuna. Aquí se desvela toda la trama de la campaña y finaliza la primera parte de la misma, el "nudo". Se podría decir que hasta aquí es la primera película de la trilogía de los personajes. En la próxima aventura, comenzarán con la segunda.

Sesión 3. De la sartén al cazo.


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…


EPISODIO II: DE LA SARTÉN AL CAZO


Al romperse el acuerdo entre los hutt Mutta y Teemo, 
los contrabandistas Kal, Leksai e Izhan se ven obligados 
a huir de Tatooine con el COLMILLO DE KRAYT, 
el carguero robado al cazarrecompensas Trex.

Con la nave muy dañada, se ven obligados a realizar 
un salto a ciegas en el hiperespacio, que les lleva a NAR-SHADDAA, 
hogar de GORGA el hutt, jefe de Teemo y de Trex.
Afortunadamente en la Luna del Contrabandista también está BYT BONDARA, 
un antiguo conocido de Izhan , que les puede ayudar a reparar la nave...


Llegada a Nar Shaddaa, la Luna del Contrabandista.

Nar Shaddaa.
Con una fuerte explosión la Colmillo de Krayt sale del hiperespacio. El salto a ciegas parece haber funcionado bastante bien; no están en el espacio profundo ni en el interior de un sol, sino en la órbita de un planeta. Los personajes no necesitan triangular su posición en la computadora de navegación para saber dónde están (además, recordemos que la computadora de navegación está perfectamente desmontada en el asiento del copiloto); la superficie iluminada de Nar Shaddaa, la Luna del Contrabandista, es reconocible desde el espacio con sus inmensos edificios y su atmósfera contaminada.

Las coordenadas de salto que tenía memorizadas la computadora eran bastante recientes, aunque no lo suficiente como para haber llegado a una órbita segura. En cuanto la nave entra en el espacio normal todos los sistemas de la nave comienzan a iluminarse y emitir sonidos de alarma, mientras que todos los paneles tiemblan y traquetean. Han llegado a una órbita demasiado cercana al planeta y están entrando precipitadamente en la atmósfera. Kal Grills se pone a los mandos del carguero y trata de recuperar el control de la nave y activar los escudos para que ésta no se desintegre al entrar en la atmósfera. Leksai e Izhan no pueden hacer mucho más que agarrarse a sus asientos y confiar en las habilidades de pilotaje de Kal, que consigue controlar la nave cuando ya han penetrado en la atmósfera y están apenas a unos cientos de metros de una de las altas torres del Sector Corellinano de la luna.

Decenas de indicadores de mensajes entrantes se iluminan en el panel de comunicaciones. Parece que con su "aproximación en rumbo de colisión" se han saltado toda la normativa de aterrizaje y aduanas, y toda la cola de cientos de cargueros que esperaban en órbita para dirigirse a alguno de los muchos espaciopuertos y muelles de amarre de la ciudad-planeta; y es posible que su entrada por la vía rápida no les haya hecho ninguna gracia ni a las autoridades astroportuarias ni al resto de naves en cola.

Pero ni Kal, ni Leksai ni Izhan activan ninguno de los mensajes entrantes. Hay un mensaje que, sin embargo, salta automáticamente; quizá porque esté enviado en una de las frecuencias preferentes o porque conozcan la nave y sus códigos de acceso. La pantalla muestra la palabra "Gorga". No importa si está en Básico Galáctico o en Trandoshano ya que es un nombre propio, y lo suficientemente reconocible para que cualquier contrabandista lo reconozca. Gorga Desilijic es un hutt del mismo kajidic que Jabba; de hecho es su heredero natural desde que éste murió en Tatooine, a pesar de que existen ciertas diferencias internas en el kajidic Desilijic, entre Gorga y Triloc, por el control del clan y ocupar el puesto Jabba dejó vacante. Gorga también es el jefe de Teemo, el hutt de Tatooine, y por tanto de Trex, el cazarrecompensas trandoshano.

 Gorga el hutt, primo de Jabba, del kajidic Desilijic.

Sin embargo, quien está al otro lado del mensaje entrante no es Gorga sino uno de sus subordinados; por el acento y el deje parece un rodiano. 
“Hola Trex, bienvenido a casa. ¡No te esperábamos tan pronto¡ ¡Joder, tienes la nave hecha una mierda! ¿Qué le ha pasado al Colmillo? ¿Te han atacado?".
Ninguno de los personajes responde al mensaje del rodiano, evidentemente no sabe nada del robo de la nave y sigue creyendo que el piloto es Trex; cualquier respuesta rompería esa farsa. En su lugar, ponen a través del comunicador una de las óperas gamorreanas que Trex tenía en la nave. El batiburrillo de gritos, gruñidos, arrúos y rebudios sin ninguna pretensión armónica ataca los oídos del rodiano, que responde por el comunicador.
No te entiendo nada Trex! También debes tener las comunicaciones dañadas. Tú no te preocupes, te enviamos unos cazas a escoltarte, ya sabes que la carga que traes es importantísima para el Gran Jefe.".
 Los destrozos producidos en el Colmillo de Krayt al huir de Mos Shuuta hacen pensar que la nave ha sido atacada, no es de extrañar; y con el "Gran Jefe" probablemente se refiera a Gorga el Hutt. Pero, ¿y la carga? ¿Qué carga traen que sea tan importante?

Mientras Kal trata de dirigir la nave hacia algún sitio en el que pueda aterrizar, Izhan y Leksai buscan en la bodega del carguero: varios contenedores con herramientas, chatarra, y piezas sueltas, y algunas cajas de especia sin depurar, pero apenas 50 Kg. Desde luego no parece una "carga importantísima" para un distribuidor local, y mucho menos para un hutt de uno de los kajidics más importantes del Gran Consejo Hutt. Está claro que la nave tiene que transportar algo más que realmente sea importante. Eso además daría sentido a las ganas de Mutta, el hutt de Thalassa, (y de su espía el nemoidiano Rubuta Pak) al encargarles recuperar la nave, y las reservas de Teemo al no querer entregar el carguero.

Pero antes de resolver eso, hay cosas más urgente. Enseguida, tal como había dicho el rodiano, dos cazas HH-87 Starhopper enviados por Gorga, flanquean al Colmillo de Krayt para escoltarle hasta su destino. Está claro que no pueden aterrizar en el palacio de Gorga, pues sería como saltar de la sartén para caer en el cazo. Mientras que Leksai e Izhan toman posiciones en las torretas de la nave, Kal desciende a toda velocidad y se dirige a los pasadizos y corredores de la Ciudad Baja, intentando despistar a sus perseguidores en las estrecheces de aquella zona.

Tras una breve persecución, el mandaloriano Izhan y la togruta Leksai consiguen derribar uno de los Starhoppers, mientras que el arriesgado pilotaje de Kal provoca que el otro caza se estrelle contra un gran filtro de aire. Así, los tres protagonistas, consiguen aterrizar el Colmillo de Krayt en un antiguo almacén abandonado en los suburbios de la Ciudad Baja de Nar Shaddaa.

Un caza hutt HH-87 Starhopper.

Leksai, IL-07, y el Emporio de Gorn.
Revisando los daños de la nave, está claro que el Colmillo no volverá a despegar hasta llevar a cabo unas buenas reparaciones; eso sin tener en cuenta que el ordenador de astronavegación continúa desmontado. Desafortunadamente, ni Kal, ni Izhan ni Leksai saben cómo reparar una nave.

Afortunadamente, Izhan tiene un conocido en Nar Shaddaa: el twi'lek Byt Bondara, al que conoció en las minas de Kessel. El twi'lek era un ladrón, un falsificador y un timador, pero se fugaron juntos de Kessel, por lo que es más seguro confiar en él que esperar a que Gorga el hutt les encuentre. Izhan se pone en contacto con Byt Bondara, y éste les cita en el Meltdown Café, en el Sector Corelliano. Izhan y Kal se dirigen allí, para negociar con el twi'lek cómo reparar la nave, y ver si éste puede ayudarles a encontrar esa "importantísima carga" que llevaba Trex.

Mientras tanto, Leksai Verak coge algunos créditos de los ahorros personales que Trex tenía en la nave, y sale a las calles para comprar una unidad astromecánica, que les puede ser muy útil en caso de que vuelvan a tener problemas mecánicos con la nave. La togruta se lleva consigo a Ilot (IL-07), el droide de protocolo de Trex, por si necesita alguna ayuda con las lenguas y dialectos de Nar Shaddaa.

Gorn Vorrox, el gerente de "El Emporio de Gorn".

Con bastante esfuerzo para orientarse en las calles, Leksai consigue llegar al Antiguo Sector Duros, donde algunos locales la dirigen a El Emporio de Gorn, si quiere conseguir piezas y droides, a buen precio. Tras convencer a los droides, dos antiguas y oxidadas unidades OOM de las Guerras Clon, de que son clientes potenciales y no intrusos, Leksai e Ilot entran en la tienda, donde les recibe Gorn Vorrox, el duros de piel azul verdosa que regenta la tienda. Entre montañas de chatarra y piezas oxidadas anteriores al Imperio, Gorn tiene una unidad astromecánica a buen precio: R3-T4, pero aún así es más de lo que Leksai puede pagar.

El regateo subsiguiente se ve interrumpido por cuatro individuos: un duros, bastante bajo para su raza, que dice llamarse Rasz Kal, acompañado de dos sicarios barabel y un aqualish. Rasz grita y exige a Gorn que le devuelva el dinero (más una comisión por las molestias) de un chip motivador de hiperimpulsor que le vendió, y que dice, estaba defectuoso. Gorn se defiende, alegando que todas las piezas que vende funcionan. La tensión crece entre los dos duros, y los matones barabel y aqualish desenfundan sus armas. Los anticuados droides de combate de Gorn, OB-1E y OB-2B no consiguen más que perder algún miembro en el subsiguiente intercambio de disparos. Solo la intervención de Leksai, que con su bláster consigue herir al aqualish y a uno de los barabel, hace retirarse a Rasz y sus secuaces, que huyen amenazando con que volverán, y que eso no quedará así.

Gorn Vorrox le agradece a la togruta su ayuda, con una rebaja adicional que le permite hacerse con la unidad astromecánica. Y así Leksai, Ilot, y R3-T4 vuelven a la Ciudad Baja donde está el Colmillo de Krayt.

 El "nuevo" droide astromecánico R3-T4.


Byt Bondara y el Meltdown Café
Mientras tanto, Kal Grills e Izhan Kiraj han acudido al Meltdown Café, en el Sector Corelliano, para reunirse con Byt Bondara. La conversación de reencuentro entre Izhan y Byt se alarga, y tras muchas anécdotas y varios Tatooine Sunburn (un cocktel especialidad del local), los tres vuelven a la Ciudad Baja y al almacén  donde está la nave.

Al ver el Colmillo de Krayt Byt Bondara suspira: el ordenador de astronavegación es lo de menos; los mayores daños proceden del combate contra los TIE en Tatooine, contra los Starhoppers en Nar Shaddaa, y por haberse derribado el muro de un espaciopuerto encima de la nave. "Costará. Bastante". Dice Byt. Como Izhan es un viejo amigo le hará un precio MUY especial, pero aún así saldrá caro... solo el material y las piezas de repuesto ya será bastante. Ni Kal, ni Izhan ni Leksai tienen demasiados créditos, y los que tienen se los ha llevado Leksai para comprar el droide. Finalmente acuerdan con Byt Bondara que él se quedará la carga que llevaba el carguero: las piezas y la especia sin depurar, no la "carga especial" que aún siguen buscando, la cual les ayudará a encontrar. Además le deberán un favor, ya que ese pequeño cargamento no es suficiente para pagar los repuestos. Y así, Byt Bondara llama a unos socios qué más parecen sicarios de una banda que mecánicos, que comienzan a reparar la nave mientras Byt hace unas cuantas llamadas.

  El sicario twi'lek Byt Bondara.

Horas más tarde, cuando ya ha regresado Leksai junto con IL-07 y el nuevo droide R3-T4, la nave ya está casi reparada. Byt Bondara se les acerca con 2 buenas noticia: cree que ha encontrado la "carga importantísima" de Trex y ya sabe cómo saldar las deudas por la reparación. La carga parece ser un antiguo y ajado baúl de madera, que entrega a los personajes, que estaba oculto en un compartimento oculto bajo un falso suelo en la bodega de carga. Para saldar la deuda, ha conseguido contactar con un tipo que quiere hacer llegar un cargamento hasta Thalassa. Es un solo contenedor, pero bastante grande, del tamaño de un contenedor astroportuario. El trato es que lo entreguen en Thalassa sin abrirlo. Probablemente se trate de contrabando, pero a él eso no le importa (no sería la primeraa vez), y además pagará bastante bien. El trato es que de vuelta a su planeta, Thalassa, ellos entregarán el cargamento y Byt lo cobrará; con eso ya quedarán saldadas todas sus deudas. Los personajes aceptan, y mientras Byt y sus hombres cargan el contenedor en el Colmillo, Kal, Izhan, y Leksai, junto a los droides, se disponen a analizar el contenido del baúl.

Mensaje en una botella desde el Templo Jedi
En un pequeño reservado del almacén abandonado, abren el baúl. A simple vista no parece haber nada interesante... varias túnicas largas de diferentes colores, que con los años se han vuelto parduscas y ajadas, un viejo cinturón de accesorios de cuero de Bantha, ya reseco, ingentes cantidades de polvo y arena... y un chip de datos. Introducen el chip en R3-T4, que lo reproduce.

Obi Wan Kenobi, poco después de la Orden 66, alterando el "mensaje-trampa" de Anakin a los jedis en misión por la Galaxia.



La grabación muestra a tres personajes y un droide en primer plano. Los tres van vestidos con túnicas jedi: una pequeña criatura verde (Yoda), un humano con una corta barba bien recortada (Obi Wan), y un tercer jedi de la raza Selkath. De fondo, desenfocados, se ve a otros seis jedi y padawan de diferentes razas, bastante heridos y magullados. Todos ellos están en la Estación de Seguridad Central del Templo Jedi. En el vídeo, el selkath habla con voz acuosa y temblorosa:
Joshklar – “Soy Joshklar, aprendliz… antiguo aprendliz del Maestro Biblioteclario del Templo Jedi de Corusclant… hoy ha ocurrido algo horrible…”.
 Joshklar temblequea y no puede seguir hablando… es Yoda el que sigue.
Yoda: - “Palpatine un maestro sith a resultado ser, y Anakin al Lado Oscuro pasado ha. Rebelado se han los clones y muchos jedi han muerto hoy. Ancianos y niños también, cuando el templo atacado han…”.
Joshklar: -“Aplenas hemos sobrevivido una dlecena…”.
Yoda: -“Y un mensaje cifrado Anakin enviado ha.”.
Obi Wan: -“Pero era una trampa. Llamaba a todos los jedi a volver al templo… pero hemos conseguido alterarlo. El nuevo mensaje exhorta a todos los supervivientes de la Orden 66 a que se alejen de Coruscant y del templo. Que huyan y se oculten, que esperen un mejor momento en el que puedan salir a la luz…”.
Yoda: -“Pero la Orden Jedi en grave peligro está… temo que su final sea… por eso información necesitamos. El nuevo mensaje una confirmación tiene… así quién lo recibe sabremos…”.
Obi Wan: -“Esa información, y la confirmación, quedará guardada en este holocrón (muestra un holocrón jedi a la cámara), de este modo podremos filtrar, interpretar y predecir los movimientos de los jedi supervivientes. Así quizá un día podamos volver a encontrarles”.
Yoda: -“Temo que la única salvación de la Orden Jedi esta pueda ser…”.
Joshklar: -“El maestro Yoda y Klenobi han de partir a enfrentarse con el Emplerador y Darth Vader. Yo aguantlaré todo el tiempo que pueda… Cuantas más confirmaciones consigamos guardar y filtrar a través del holocrón, más posibilidades tendremos en el futuro de encontrar a más jedi supervivlientes.”.
Obi Wan: -“Pero es fundamental que este holocrón no caiga en manos del Emperador, o él también podría localizar fácilmente a los jedi supervivientes”.
Joshklar: -“Con mi vida lo defendleré, si es necesario… pero los clones nunca verán ni sabrán de la existlencia del holocrón… antes de que lleguen lo ocultaré en este droide, R5-V4…”.
R5-V4: -“Briiiiip, pip pipipip, bzzzzz, meeeec, briirrrrrp.”.
Joshklar: -“Si claigo, el podrá salir... nadie sosplechará de un droidle, cuando aquí hay clientos de ellos... el droidle tiene instruccionles. Si sobrevlivo, lo llevaré conmligo. Huiré del núcleo y me ocultlaré. Conozco al caplitán de una navle... la fragata Sa Nalaor... nunca han estlado a favor de la guerrla, y ahora con la llegadla del Imperio pretendlen desertar, huir al borde extlerior, y busclar un nuevo planeta... allí me ocultaré, y guardaré conmmigo el holocrón y estla información, hastla que sea el momento adecluado de volves y desvlelarla...
Yoda: -“Que la Fuerza te acompañe…”.
ObiWan se acerca a la cámara, extiende la mano para extraer el chip de datos, y la grabación termina.

  La Sa-Nalaor, una antigua fragata de la Federación de Comercio de la clase Munificent.
Tras la grabación, Leksai, Kal e Izhan se quedan pensando y analizando el alcance de la información que acaban de conseguir. Si lo que dice la grabación es cierto, cuando Obi Wan cambió la señal advirtiendo a los jedi de la Orden 66, también incluyó una especie de "ping" informático con información sobre quién recibía el mensaje y qué ruta de huída establecía, y la grabó en un holocrón que se llevó Joshklar y el droide R5-V4. Con esa información sería posible descubrir dónde se ocultaron los jedi supervivientes. Posiblemente muchos fueran encontrados por Vader y sus Inquisidores en la Purga Jedi, pero quizá algunos sobrevivieran... y si se recupera el holocrón se podrá llegar hasta ellos. Y esta información es la clave, el primer paso para encontrar ese holocrón.

Esta pista podría cambiar el curso de la guerra, y es de incalculable valor para cualquiera que pueda pagarla. Para la Nueva República sería una posibilidad de volver a formar la Orden Jedi; y tanto el Imperio, como cualquier kajidic hutt o cualquier infomerciante, pagaría millones de créditos por ella...

Tras hablar un rato, los personajes deciden que, aunque valiosa, la información es demasiado peligrosa. Además, es solo una pista, no la clave para encontrar a los jedi perdidos; así que deciden ser ellos mismos quienes recuperen el holocrón. Con la nave ya reparada, volverán a Thalassa con su carga, y allí comenzarán a investigar qué fue de la Fragata Sa Nalaor donde viajaron ocultos Joshklar y R5-V4.
Trex hace fracasar el plan
Byt Bondara se les acerca: ya está el cargamento preparado en el Colmillo de Krayt, y este está listo para despegar. Con un apretón de manos, y la promesa de que pasen a verle cuando vuelvan a Nar Shaddaa, el twi'lek se despide de los personajes.

Apenas unos minutos después de que Byt y su gente abandonen el almacén, y mientras Kal prepara la nave para despegar, la puerta se vuelve a abrir...
"¡Sucias y asquerosas ratas womp! ¡Aquí estáis! ¡Devolverme mi nave y la carga de Gorga o morir!"
Quien habla es Trex, el cazarrecompensas trandoshano de Tatooine. Pero esta vez no viene solo, sino preparado y acompañado, de toda la ayuda que su jefe Gorga le ha podido dar. Con él van una docena de gamorreanos, acompañados de un buen puñado de guardias weequay y nikto. Los personajes corren hacia el interior de la nave mientras que los gamorreanos cargan tratando de alcanzarles antes de que entren. Pero no llegan a tiempo... al igual que ocurrió en Mos Shuuta, activando y disparando con la torreta ventral del Colmillo, la avanzadilla gamorreana se convierte en carne picada de cerdo.

  Trex, experimentado cazarrecompensas trandoshano al servicio de los hutts Teemo y Gorga.

Sin embargo esta vez Trex se lo esperaba. Desde fuera bloquea las puertas del almacén e instala una batería de blásteres pesados y misiles de impacto portátiles, que podrían derribar fácilmente la nave en cuanto despegara (en tierra no puede activar sus escudos). Parece que la cosa ha quedado en tablas... Ni Trex puede entrar al almacén con las tropas de Gorga, ni los personajes pueden despegar en el Colmillo. Ha llegado el momento de las palabras y de negociar.

Los personajes quieren la nave y abandonar Nar Shaddaa (Saben que Trex y Gorga les perseguirán, pero el primer paso es salir de la luna). Trex quiere entrar y coger la importante carga de Gorga, el baúl. Pero ninguna de las dos partes se fía de la otra.

Finalmente llegan a un acuerdo... los personajes conocen la información, ya no necesitan el baúl ni el chip de datos (Gorga también conocería la información, pero sería una carrera a ver quién logra hacerse antes con el holocrón), así que deciden dárselo a Trex a cambio de poder salir de Nar Shaddaa con la nave.

Trex acepta.

Pero los personajes le exigen que sea él mismo, Trex, el que se acerque, desarmado, a recoger el chip de datos.

A regañadientes, Trex acepta. Pero es un cazarrecompensas veterano, no un novato, y se huele que posiblemente sea una trampa... así que se guarda un as en la manga.

Los personajes abren la rampa del Colmillo de Krayt, y Trex se acerca sin ningún bláster a la vista. Cuando está al pie de la nave, se abre el chaleco para mostrar que lleva colgados 6 detonadores térmicos activados. Sin la espoleta, lo único que impide que exploten es el mecanismo de presión... si Trex muriera, el mecanismo se dispararía y todo lo que hay en el almacén volaría por los aires. Trex, las tropas de Gorga, el Colmillo de Krayt, y los personajes... todo haría ¡Boom!

Obviamente Trex no quiere morir... pero cuenta con que los personajes tampoco quieran morir, y él sabe que no tiene otra opción. Así, Trex entra en el Colmillo de Krayt dispuesto a cumplir su parte del trato.

  Detonador térmico.

Obviamente era una trampa (aunque no contaban con los detonadores)... los personajes habían colocado una trampa eléctrica para cazar grandes presas que tenía Leksai en la entrada de la nave. La mala suerte, es que la trampa funciona perfectamente. En cuanto Trex entra y pisa la trampa, una fuerte descarga recorre todo su cuerpo escamoso, y el cazarrecompensas se derrumba inconsciente en el suelo, haciendo rodar por el suelo de la nave media docena de detonadores térmicos activados a punto de explotar.

Con apenas unos segundos para reaccionar, los personajes se arrojan por el suelo, ruedan unos sobre otros, tratando de llegar a los detonadores y desactivarlos...

Kal se arroja sobre un detonador, y lo desconecta.
Izhan atrae hacia sí el segundo y el tercer detonador, usando la Fuerza, y los desconecta.

Leksai se vale de su guja seloniana para alcanzar el cuarto, y lo desconecta.
R3-T4 rueda y pisotea a los demás personajes hasta alcanzar el quinto... y lo desconecta.

Todos se quedan mirando aterrorizados el sexto detonador... cuando una mano robótica lo coje, y vuelve a apretar el mecanismo de presión. Suspiran aliviados. Al subir la vista es IL-07, el droide de protocolo de Trex, quien lo tiene. Pero el droide también tiene, en su otra mano, un potente bláster que estaba oculto en su fuselaje y con el cual les apunta.
"Se acabaron los juegos... despertar a mi amo Trex y vamos a ver a Gorga para darle lo que es suyo".
Después de todo, parece ser que Ilot no era únicamente el droide de "protocolo" de Trex. Tras el droide, una docena de soldados nikto y weequay con sus lanzas-bláster apuntan a los personajes.

Y así, termina el plan de los personajes... de momento.

Continuará...

  IL-07, droide asesino y compañero cazarrecompensas de Trex.


NOTA FINAL:
Aunque no es relevante para la historia, ni los personajes, con la información que tienen, serán capaces de descubrirlo nunca, para preservar en cierto modo la continuidad (aunque tampoco es que eso me haya importado en exceso nunca), es posible explicar cómo obtiene Teemo el hutt el baúl de Obi Wan Kenobi y el chip de datos.

En el Episodio V, Bobba Fett, quien trabaja para Jabba el hutt, es consciente de la existencia de Luke por las conversaciones y lo que vió en Ciudad Nube en Bespin (además que ya sabía de la existencia de los jedis, de Obi Wan, y de Anakin Skywalker, debido al enfrentamiento de su padre con jedis en los episodios II y III). En el episodio VI, Leia Organa mata por asfixia a Jabba el hutt; y tanto en el palacio como en el desierto, en el pozo de Carkoon, quedan bastantes testigos supervivientes de lo que es capaz Luke Skywalker; no cabe duda de que es un jedi.

Ben Kenobi entregando el sable de Anakin a su hijo Luke Skywalker. De fondo, el baúl donde también guarda el chip de datos.

En cualquier momento entre los episodios V y VI, o entre el VI y el VII, tanto Jabba como posteriormente Teemo (su sobrino y heredero natural, aunque haya trifulcas en el seno del kajidic Desilijic) pueden atar cabos... Luke, jedis, Ben Kenobi, Obi Wan Kenobi... y dado la influencia que tienen los Desilijic en Tatooine, no pasaría demasiado tiempo hasta que enviaran a algún hombre de confianza a registrar la casa del viejo Ben Kenobi. Allí hayarían el viejo baúl que sale en el Episodio IV. Ya no contiene el sable, pues como vimos Ben Kenobi se lo entregó a Luke, pero bajo unos antiguos ropajes jedi... los Desilijic encontraron el chip de datos. Consciente del valor de dicha información, Teemo no dudó en enviarlo a Nar Shaddaa (utilizando para ello a Trex, su hombre de confianza), donde está la base de operaciones del kajidic Desilijic, con la intención de así afianzar su puesto y confirmarse como el heredero natural de Jabba.

Pero el piloto Kal Grills, el ex-padawan mandaloriano Izhan Kiraj y la togruta Leksai Verak, resultaron cruzarse en medio de los planes de Teemo.

domingo, 10 de enero de 2016

Star Wars Actual Play III. Un paquete envenenado.

Después de la introducción jugada en el Prólogo: La Revolución de los Mineros, esta sería la primera aventura para los jugadores. El comienzo es muy similar a la aventura "Huida de Mos Shuuta", que viene con la Caja de Inicio de Star Wars Al Filo del Imperio; de ahí procede esta idea de aventura, aunque luego la trama toma sus propios caminos y da inicio a la campaña.

Sesión 2. Un paquete envenenado.


Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…


EPISODIO I: UN PAQUETE ENVENENADO


Enviados por Mutta el Hutt, un grupo de contrabandistas 
viaja hasta el planeta Tatooine para recoger una nave 
con una importante carga para su patrón.

En la cantina de Mos Shuuta deberán reunirse con Rubuta Pak, 
un nemoidiano al servicio de Teemo el Hutt, quien les hará entrega del carguero.

Pero al llegar a Tatooine las cosas se tuercen 
y Teemo no parece dispuesto a cumplir su parte del acuerdo 
y dejar escapar tan importante carga...


El Salima III sobrevolando Mos Shuuta.

Llegada a Tatooine.
Desde Thalassa a Tatooine, en un carguero charter de pasajeros, llegan Leksai Verak (una mujer togruta cazadora), Kal Grills (el piloto humano de la Rebelión), e Izhan Kiraj (el joven mandaloriano estudioso de la Fuerza). Hubiera sido más rápido viajar en su propia nave, pero dado que el único piloto es Kal, y que en Tatooine deberán recoger el carguero que les proporcione Teemo, es inviable. Además el encargo de su patrón, Mutta, primo de Teemo, es una misión rutinaria que no debería causar ningún problema y que no requiere más que la tripulación mínima para un carguero.

El carguero Salima III aterriza en el pequeño espaciopuerto de Mos Shuuta con poco más de una docena de pasajeros, entre los que se encuentran nuestros tres protagonistas. Al llegar en una nave de línea es necesario pasar por el control de identidad que establece la normativa. Mientras esperan la cola, los personajes pueden observar cómo un pequeño niño zabrak se desliza sigilosamente detrás de una pareja de recién llegados twi'lek, posiblemente con intención de robar sus bolsas y chips de crédito. En el control de identidad, un par de soldados de asalto imperiales y varios empleados de la seguridad astroportuaria de Mos Shuuta les piden sus tarjetas de identidad. Los personajes se las entregan sin rechistar, pues (de momento) no tienen ningún problema legal ni están buscados ni perseguidos en ningún sistema. Así, sin más dilación, salen a las calles de Mos Shuuta y se disponen a buscar la cantina.

A pesar de no ser tan grande como Mos Eisley o Mos Espa, hoy Mos Shuuta está llena de gente, pues es día de mercado. Leksai, Kal e Izhan caminan entre un sinfín de individuos de razas que nunca antes habían visto en Thalassa, impregnándose de la extraña mezcla de olores y sintiendo por primera vez en sus carnes el bochorno seco de los soles gemelos de Tatooine. Tras unos cientos de metros, el adiestramiento militar de Izhan le hace darse cuenta de que algo no va bien; tienen una "sombra", alguien les está siguiendo.

Los tres se introducen en el mercado, en el meollo de gente comprando, vendiendo y regateando en decenas de lenguas diferentes, y allí aprovechan para separarse alrededor de varios puestos, con intención de despistar a su sombra. Kal se acerca a un puesto de comida que requeriría de mucho valor para ser comida, e Izhan se acerca a preguntar en un puesto de chatarra y pequeñas piezas tecnológicas, probablemente robadas. Leksai, la cazadora, aprovecha el momento para escabullirse en un callejón y dar la vuelta a un edificio de ladrillos de barro para coger por sorpresa a su perseguidor. Efectivamente, la "sombra", confundida con la guardia baja, es descubierta y resulta ser el pequeño niño zabrak del espaciopuerto. Leksai le agarra del cuello de su chaqueta y lo arrastra hasta un callejón poco transitado, donde les siguen Kal e Izhan.

Brago, dice llamarse el niño zabrak, y parece no ser más que un pequeño ladrón, tal como él mismo dice al ser interrogado. Sin embargo la sensibilidad a la Fuerza de Leksai e Izhan les indica que está mintiendo. Kal registra al niño y en sus bolsillos no encuentra restos de ningún botín, aparte de un comunicador personal. ¿Cómo es posible que no tenga nada cuando antes le han visto intentando robar a una pareja de twi'lek? ¿Para qué quiere un niño un comunicador? Los personajes refuerzan el interrogatorio y, el aspecto amenazador de Leksai unido a las amenazas (quizá desmedidas) de Izhan provocan que Brago se derrumbe y les confiese que le había enviado Teemo el hutt, con la misión de esperarles en el espaciopuerto y seguirles, avisando de sus movimientos. Brago no sabe nada más ni conoce la intención detrás de todo aquello.

Pero como no hay mal que por bien no venga, y de momento no tienen por qué sospechar nada de Teemo y el acuerdo al que ha llegado con su patrón Mutta, permiten al niño avisar por el comunicador, y le obligan a guiarles hasta la cantina. Eso sí, ahora están sobre aviso y con los ojos bien abierto, y no dejan al zabrak escabullirse sino que se lo llevan con ellos.


La Dragona Bailona, la peor cantina de Mos Shuuta.

En la cantina.
"La Dragona Bailona", tal y como muestra el grabado exterior de una dragona krayt, personificada y vestida como si fuera una bailarina twi'lek, es una de las cantinas de Mos Shuuta, posiblemente la más pequeña y sucia de todas ellas. Allí llegan Leksai, Kal e Izhan, arrastrando de los cuernos a Brago. Y efectivamente allí está Rubuta Pak, su contacto nemoidiano. 

Pak se muestra bastante nervioso al ver que traen consigo al zabrak, y trata de convencerles, sin éxito, que una cantina como esa no es lugar para un niño. Sin hacerle caso, los cuatro se sientan a la mesa sonde está Rubuta Pak, manteniendo a Brago vigilado entre Leksai e Izhan.

El nemoidiano, sin dejar de mostrarse nervioso, entrega a Kal los códigos de arranque del Colmillo de Krayt, el carguero que han venido a recoger para Mutta, para después, como sin querer, deja caer y descubre cuál era el verdadero problema detrás de todo el plan...
“Err... umm... parece ser que a última hora ha habido una eh... pequeña diferencia de opiniones entre Teemo y Mutta, y Teemo no está convencido del todo de querer entregarle el Colmillo de Krayt a Teemo. Urr... pero vosotros no os preocupéis... emm... no es más que los conflictos familiares habituales entre los hutt... esto... para no perder más tiempo, podéis ir llevándole el carguero a Mutta en Thalassa, y luego ellos ya lo solucionarán... emm... Después de todo son familia, pertenecen al mismo kajidic...".
Tras las palabras de Pak queda bastante clara la situación. La misión original no se trataba de una "simple recogida de un carguero" sino del robo del mismo. Sin embargo poco pueden hacer al respecto, ya que su patrón es Mutta, el hutt de Thalassa, a quien le deben varios favores.
Rubuta Pak, nemoidiano asistente de Teemo el hutt en Mos Shuuta,
y espía en secreto para Mutta, el hutt de Thalassa.
 
Antes de que los personajes puedan responder, preguntar o protestar a Rubuta Pak, una decena de gamorreanos armados con porras y vibrohachas, entra en la cantina, buscando y mirando alrededor, entre las mesas. Brago se pone en pie de un salto y grita:
“¡Aquí! ¡Aquí! ¡Son estos!".
 El zabrak salta por encima de la mesa tratando de escabullirse. Los gamorreanos corren hacia donde están los personajes, y la piel de Rubuta Pak pasa de su verde pantano habitual a un tono pálido como hierba seca. Izhan agarra por el pie a Brago no dejándole escapar. Kal desenfunda su bláster y lo coloca en posición de aturdir, y Leksai se pone en pie desenfundando su guja seloniana (un arma tradicional de las mujeres de Selonia, a medio camino entre una lanza y un palo gaffi de los moradores de la arena, con filo en un extremo y un pico en forma de garfio en el otro). Rubuta Pak no lo duda un momento y aprovecha la confusión para huir a toda prisa por la puerta de servicio de la cantina, tras la barra.

Kal dispara acertando al gamorreano que va en cabeza, posiblemente su capitán, en el pecho, y este se derrumba pesadamente sobre una de las mesas, inconsciente. Izhan también dispara, con el bláster a plena potencia, impactando y atravesando la pierna de otro gamorreano, que cae al suelo gruñendo y berreando. El zabrak Brago aprovecha el momento para liberarse de Izhan y escapar de la cantina por la puerta trasera. Mesas, sillas, bebidas y brebajes de todo tipo vuelan por todos lados entre los disparos de bláster y la carga de los atropellados gamorreanos. Salvo un devaroniano al borde del coma etílico junto al escenario, el resto de clientes corre de un lado a otro tratando de salir por alguna de las dos puertas de la cantina. Los hologramas de bailarinas twi'lek, siguen bailando sobre las mesas como si nada ocurriera.

Leksai se adelanta, enfrentándose a los gamorreanos, y con un amplio barrido con su guja derriba al primer gamorreano, que cae de bruces en el suelo sobre su morro de cerdo. Los siguientes, en plena carga, no tienen tiempo para esquivarle o saltarle y tropiezan con su cuerpo causando una montaña de miembros, porras, colmillos, y gruñidos. Esto da a los personajes unos valiosos segundos para reaccionar y escapar.

Antes de que los gamorreanos se recuperen, Leksai, seguida de Izhan y Kal, saltan por encima de la barra y sale por la puerta trasera de la cantina. La buena suerte hace que, en aquel momento, justo por la calle trasera de La Dragona Bailona, estuviera pasando un jawa a lomos de un ronto. Pensando que ya tienen un vehículo para huir, Leksai salta a lomos de la enorme criatura y empuja al jawa que cae rodando por el lomo del ronto, protestando en su lengua inteligible.

La mala suerte hace que, aunque Leksai es una experta en supervivencia y en la caza, no sea demasiado hábil manejando animales y nunca antes haya montado a lomos de un ronto. Eso, unido al susto del animal, un herbívoro, al ver (y oler) saltar sobre él un depredador carnívoro como son los miembros de la raza togruta, y a que su amo y jinete (el jawa) caiga rodando atacado por el feroz carnívoro... todo ello provoca que el ronto, terriblemente asustado, se levante sobre sus patas traseras, y con un fuerte mujido salga corriendo a toda velocidad en una destructiva estampida sin control, llevando consigo, casi volando y agarrada de sus riendas, a la togruta Leksai Verak.

Junto a la puerta de la cantina quedan, con cara de circunstancias y sin vehículo de escape, Kal Grills e Izhan Kiraj, mientras les rodean los ocho gamorreanos restantes, mirándoles con cara de pocos amigos.

Ronto a la fuga.
Veinte minutos después, tenemos un mercado arrasado por un ronto a la fuga, que ha recorrido más de una milla antes de detenerse en un abrevadero a las afueras de Mos Shuuta; una togruta magullada y mojada caída dentro de ese mismo abrevadero; un mandaloriano y un humano magullados, sangrantes y doloridos, con algunas costillas rotas de más y algunos inyectores de estimulantes de menos, que han salvado la vida gracias a la aparición de una patrulla de seguridad de la guardia de Mos Shuuta. Cuando la patrulla hizo huir a los gamorreanos, Izhan y Kal pudieron ocultarse antes de ser atendidos e interrogados por los disturbios, afortunadamente; pero al menos han descubierto los problemas de enfrentarse a adversarios que les superan por mucho en número (aunque sean minions o secuaces).

Cuando por fin se reúnen de nuevo Leksai, Kal, e Izhan, y con el nemoidiano y el zabrak definitivamente huídos y perdidos por las calles de Mos Shuuta, los personajes no tienen más opciones que acudir al espaciopuerto a recoger el carguero Colmillo de Krayt, a ser posible antes de que los gamorreanos puedan informar a Teemo de sus intenciones.
 
Trex y el Colmillo de Krayt.
Espaciopuerto de Mos Shuuta, muelle de amarre Besh. Aquí es donde se encuentra el carguero Colmillo de Krayt. Los personajes tienen los códigos de arranque de la nave, pero no ocurre lo mismo con los códigos de acceso al muelle, así que no tienen más remedio que buscar otro modo de acceso. Podrían tratar de superar la seguridad electrónica de la puerta, o derribarla, pero el camino más obvio a veces es el mejor, así que se deciden por simplemente llamar a la puerta.

Antes de eso, Leksai, acostumbrada a trepar por los enormes árboles de Thalassa trepa por el muro exterior para reconocer el terreno y ver qué se pueden esperar. En el muelle hay un carguero corelliano CIC YT-2400 y cuatro droides anticuados que están efectuando reparaciones y cargando unas pocas cajas en la nave, evidentemente preparándose para partir hacia algún lado. También hay un trandoshano con aspecto peligroso, que parece ser el capitán de la nave. Trex, un cazarrecompensas al servicio de Teemo el hutt, tal y como les había explicado Rubuta Pak anteriormente.

Trex, cazarrecompensas y esclavista trandoshano al servicio de Teemo el hutt.

Al pulsar el botón de llamada, es el trandoshano Trex quien aparece en la pantalla de vídeo en la puerta. Evitando la violencia y utilizando la inteligencia y las palabras, Kal e Izhan, frente a la puerta, consiguen convencerle de que son enviados de Teemo y de que ha habido un cambio de planes respecto al envío, y que el propio Teemo quiere hablar con él cuanto antes para ultimar los detalles y el cambio de planes. Todavía algo dudoso Trex abre la puerta, con el bláster siempre listo, como buen cazarrecompensas. Pero Kal e Izhan no se enfrentan a él, sino que hacen algo que el trandoshano no se espera: se cuelan dentro del muelle, cierran la puerta de seguridad, y con un preciso disparo de bláster destruyen el sistema de apertura.

Los droides dentro del muelle Besh se alertan y preparan sus armas. Leksai, en los tejados del muelle, salta al interior del mismo distrayendo a los droides, que piden instrucciones a su amo Trex, pero éste está encerrado fuera de su propio muelle y alejado de su nave. Kal e Izhan corren hacia el carguero, desde donde ofrecen fuego de cobertura contra los droides para que Leksai puede llegar también a la nave. Fuera del muelle, Trex, incapaz de abrir la puerta al haber destruido el sistema de apertura, trata de hacerla saltar por los aires.

Dentro de la nave los personajes corren hacia la cabina para despegar antes de que Trex consiga entrar en el muelle. Los disparos de los droides son inútiles contra el grueso casco blindado de la nave. En los pasillos del Colmillo de Krayt chocan contra un anticuado droide.
  “¡Ey! ¡Intrusos! ¿Quiénes sois vosotros? ¿Dónde está mi amo Trex?".
Parece ser el droide de protocolo de Trex, IL-07 (Ilot). Sin darle demasiada conversación ni tiempo para hablar, le apartan de un empujón y corren a ocupar sus puestos en la nave. Kal introduce los códigos de arranque y funcionan, parece ser que Rubuta Pak ha cumplido con su parte. Pero aún queda un problema... robar una nave del espaciopuerto no es tan fácil. La nave está anclada en el muelle, y aunque los muelles del espaciopuerto de Mos Shuuta son descubiertos, tienen un escudo de fuerza para evitar que las naves aterricen o despeguen sin pagar los aranceles. Este escudo de rejilla permite pasar elementos pequeños como personas (como la togruta Leksai cuando saltó al interior) o pequeños deslizadores de carga, pero no permiten pasar objetos tan grandes como una nave.

 IL-07, Ilot, droide de "protocolo" del cazarrecompensas Trex.

En este momento Trex consigue volar la puerta del muelle y corre hacia el carguero. Es obvio que él conoce sus propios códigos, y si llega hasta la nave podrá abrir la puerta e introducirse en el interior. Pero Leksai e Izhan están en las torretas de armamento principales del carguero, y aunque es muy arriesgado dispararlas en un espacio tan cerrado, deciden hacer caso a ese refrán gamorreano que dice "Si no puedes saltar un muro, atraviésalo", y matar dos pájaros de un tiro. Sin pensárselo dos veces abren fuego contra los muros de contención del muelle, haciendo saltar por los aires el muro, los droides, los proyectores de escudo de rejilla, y al propio Trex (que queda malherido pero vivo, aunque con la regeneración propia de su raza no le costará demasiado tiempo volver a estar operativo). Con algunos daños por las explosiones y derrumbamientos, entre un montón de escombros  de lo que una vez fue el muelle de amarre Besh, el Colmillo de Krayt despega y se aleja hacia el cielo.

El desastre provocado no pasa desapercibido para la seguridad espacioportuaria, obviamente, y pocos minutos después tres cazas TIE vuelan hacia la nave de los personajes tratando de detenerles antes de que salten al hiperespacio. Leksai e Izhan tratan de derribar a los TIE mientras Kal vuela para alcanzar la distancia mínima de seguridad para efectuar el salto. Ni la togruta ni el mandaloriano se habían puesto antes a los mandos de una torreta espacial, y acertar a un TIE en movimiento es mucho más difícil que impactar a un muro estático a apenas diez metros. Consiguen derribar uno de los cazas, pero no sin antes recibir bastantes impactos en la nave que hacen peligrar la integridad del caso. El tiempo se les viene encima.

Kal conduce el Colmillo de Krayt hasta la atmósfera, a la distancia mínima de seguridad para efectuar un salto hiperespacial, y cruza los dedos para que el hiperimpulsor no haya resultado dañado. De nuevo la suerte, buena y mala, se ceba con ellos. La buena suerte es que el hiperimpulsor está intacto y a pleno funcionamiento. La mala suerte es que descubren qué reparaciones estaban efectuando los droides de Trex antes de despegar. La computadora de navegación, necesaria para calcular un salto hiperespacial, está perfectamente desmontada y desplegada sobre el asiento del copiloto de la cabina del Colmillo de Krayt. Sin computadora, no se puede programar un salto. La única opción que tienen es tirar de la memoria de la computadora principal, donde quedan grabados (si no han sido borrados) los últimos saltos efectuados por la nave, y rezar para que dichos saltos hayan sido lo suficientemente recientes como para que no se haya cruzado ningún cometa, o planeta en su órbita, en la ruta trazada.

Allá van, recuperan el historial de saltos y hay al menos seis que no han sido borrados. Están marcados como favoritos así que probablemente sean los destinos y las rutas más habituales de Trex. El problema es que, como buen trandoshano, Trex tenía configurado el computador de a bordo en su propio idioma, y ni Kal, ni Leksai ni Izhan hablan, leen o entienden el trandoshano. (En este momento, con el estrés de la persecución y la presión de tener la nave a punto de saltar por los aires perseguidos todavía por dos cazas TIE, ninguno de los personajes se acordó del droide de protocolo Ilot).

Es un salto al azar, un salto de fé, pero con las señales de alarma pitando por toda la nave, chispas y pequeños fuegos eléctricos por todos lados, y el ordenador de navegación desmontado, es la única oportunidad que tienen. Kal selecciona de la memoria el salto hiperespacial más reciente, y acciona el hiperimpulsor.

Dejando atrás el sitema Tatooine y a sus perseguidores TIE, el Colmillo de Krayt salta al hiperespacio hacia un destino que sus tripulantes no conocen...

 El Colmillo de Krayt, un carguero ligero YT-2400 de la
Corporación de Ingeniería Corelliana, anticuado pero bastante modificado.